Soy nacido en A Coruña y, por lo tanto, imbuido por un marcado carácter atlántico.
Si digo que Félix Rodríguez de la Fuente tiene mucho que ver en mi pasión por la naturaleza,
seguramente no estoy siendo muy original. Pero, como decimos en Galicia, “éche o que hai”. No creo que haga falta buscar más explicaciones. Todavía conservo sus publicaciones, algunas de ellas, como los Cuadernos de Campo, compradas a golpe de la paga semanal que me daban mis padres.
Jacques Cousteau, Gerald Durrell o David Attenborough fueron también clara fuente de
inspiración. Y, por supuesto, muchos de mis compañeros del Grupo Naturalista Hábitat (que me honré en presidir en su día) y de la Sociedad Española de Ornitología.
Hoy, alejado de la “ornitología activa” miro con curiosidad a través del visor de mi equipo Canon y sigo aprendiendo a diario, con cada salida de campo. Cada día vuelvo a casa con imágenes gravadas en mi cabeza que no logro ni quiero olvidar.
“Sobre mi”, debería ser “Sobre Nosotros” ya que yo no hubiera llegado hasta aquí sin la
compañía, el consejo y el apoyo de mi inseparable compañero de batallas que es Fausto Infante.